Tenemos cinco sentidos para detectar el mundo que nos rodea y un único órgano para, con esa información, elaborar el conocimiento que podemos obtener de las sensaciones que recibimos. De estos cinco sistemas de aprendizaje, el más impactante en nuestro acervo cultural, y al que mayor credibilidad solemos otorgar es, sin duda, la vista. Pero la vista nos puede inducir a errores si nos quedamos con una visión superficial de lo observado. Este error ocurre especialmente cuando observamos los seres vivos que nos rodean.