"Vivir en el mundo sin conocer las leyes de la naturaleza es como ignorar la lengua
del país en el que uno ha nacido"


Hazrat Inayat Khan (místico musulmán sufí)
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Dudo, luego existo


A veinte de diciembre de dos mil diez. A quince años de la muerte de Carl Sagan pero su espíritu sigue y seguirá vivo mientras alguien lo recuerde y lo reivindique. Carl Sagan fue un maestro de la divulgación científica, un guerrillero contra las pseudociencias y un paladín del escepticismo, por eso hoy lo traigo para el recuerdo de todos y lo reivindico para que su espíritu perdure. Para que no se nos olvide, se ha instituido el día de hoy como el día internacional del escepticismo. A esta conmemoración me sumo con esta entrada.
El escepticismo advierte que la verdad no existe, o que, si existe, es difícil conocerla y, en todo caso, se debe dudar sobre la veracidad de cualquier idea y cuestionarla.
En otra entrada de este blog decía que uno de los mayores logros de la evolución humana ha sido la capacidad de razonamiento. No seamos animales, en el mal sentido de la palabra, y razonemos, dudemos de cuanto nos digan y obtengamos nuestras propias deducciones sobre dónde puede estar la verdad o, al menos, dónde podemos estar más cerca de alcanzarla. Duda hasta de lo que digo aquí, plantéate tus propios argumentos y saca tus propias conclusiones.
Esto último me gustaría hacer hoy, dudar de todo y buscar mi verdad con la que no tienes que estar de acuerdo, pero a cambio no te detengas ahí y busca tu verdad.

Entre las “verdades” que nos hacen tragar cada uno de los días de la semana y del mes y del año, está el manoseado y versátil cambio climático (ca-cli). Su versatilidad está en que lo mismo sirve para explicar el frío como el calor, las inundaciones como las sequías. Sin embargo, todos están de acuerdo en una cosa: hay que detener el aumento del CO2 en la atmósfera, todos menos el país que más CO2 expulsa a la atmósfera. ¿No huele toda esta movida al miedo de los grandes a que los superpoblados países emergentes, léase China o India, quieran también crecer como lo han hecho los países occidentales? Si esto se llevase a cabo, no sólo contaminarían más, lo que previamente han hecho los grandes, sino que se les acabaría a los grandes el chollo de venderles sus productos a precio de oro y su contaminante economía se iría a hacer mucha puñeta. ¿Por qué se les tapa la boca, los recursos de investigación y las posibilidades de publicar sus investigaciones en revistas de impacto a los que están en contra de este ca-cli? ¿Por qué no se dice que ca-clis muy superiores al que algunos han determinado en todo el pasado siglo se han dado en la Tierra en innumerable cantidad de veces sin que exista posibilidad alguna de achacárselo a la actividad humana? ¿Sabias que durante largos períodos de tiempo ni siquiera hubo hielo en los polos: cámbrico, triásico, primera mitad del jurásico, segunda mitad del cretáceo y principios del terciario, lo que suman muchos millones de años, con períodos intermedios de más de medio mundo bajo los hielos? Cuando los voceros del ca-cli amenazan con las grandes catástrofes por aumento de la temperatura global en medio o en un grado, ¿por qué nos ocultan que durante toda su historia la temperatura de la Tierra ha experimentado en cinco ocasiones subidas y bajadas de unos quince grados mucho antes de que existiera el hombre? (la gráfica incluida aquí debajo está publicada por el Proyecto Paleomapa en http://www.scotese.com/climate.htm).

Hay muchas otras “verdades” obligadas, no por la razón, lo que es del todo imposible, sino por la fe, sinónimo de creencia impuesta en contra de todo razonamiento lógico. Hablo, evidentemente de las religiones, de cualquier religión, de todas las religiones, en las que, de la misma manera que ocurre con el cambio climático, impera la creencia ciega irracional porque no pueden inculcarla de otra manera.

¿Es usted europeo?, entonces habrá oído y leído de los enormes desastres ecológicos y peligros para nuestra salud que conlleva el uso de las plantas de origen transgénico –se coman o no–. Ah! ¿no es usted europeo? entonces le han hablado de los enormes beneficios de los cultivos transgénicos y de lo buena que es toda la manipulación genética; pero no se vaya y lea un poco lo que nos cuentan a los europeos, de los terribles males para nuestra salud, del principio de precaución –que dice que no se puede aplicar ninguna tecnología cuya inocuidad no haya sido demostrada, osea que hay que demostrarle a los que acusan de los peligros de los transgénicos que éstos son inocuos; ¿habrán leído alguna vez u oído a algún leguleyo lo del “onus probandi” o de que en jurisprudencia “la carga de la prueba la debe aportar quien acusa”?– Si alguien se creyese lo del principio de precaución no debería usar la telefonía móvil mientras no se demuestre su inocuidad, ni los hornos microondas, ni las pantallas de televisores y ordenadores, por supuesto que no fumaría ni tomaría ningún medicamento ni viviría en la ciudad, ni comería coles, coliflores, nabos, maíz, patatas, tomates, clementinas, ni nada en lo que intervenga el trigo como el pan ¡semejante engendro genético hecho a base de tres genomas de especies distintas y sin que haya pasado el menor control de seguridad alimentaria! Las frutas, legumbres, y la gran cantidad de plantas híbridas, a pesar de mezclarse en ellas dos o más genomas, es decir mezclar miles de genes, no han tenido ningún problema para su comercialización ni principios de precaución que valga, pero ¡cuidado, cuidado! si lo que se mezcla es un solo gen … ah!, no!, eso hay que vigilarlo!, prohibirlo por principio! y que vengan luego demostrándome su inocuidad que ya le buscaré otros problemas.
Si no es europeo no habrá oído lo buenísima que es la agricultura ecológica –aunque sólo pueda alimentar a cuatro ricachones esnobistas– en la que sólo se usan plantas no manipuladas genéticamente –esto sí que no lo entiendo, ¿de dónde se sacarán esas semillas si “todas”, repito, “todas” las plantas de interés agrícola están manipuladas genéticamente?, ¿tienen contactos con algún extraterrestre?, o nadie les ha contado cómo son las variedades que aún existen que no han sido manipuladas; yo les cuento, son simplemente ¡incomibles!– Pero claro, la productividad de un terreno agrícola es lo de menos, si con ello comen cuatro, los demás que miren a ver si mirando mucho se alimentan ellos también.
¿Quienes son los grandes defensores de la agricultura ecológica y severos adversarios de los transgénicos? Para eso están las asociaciones ecologistas, para salvar a la Naturaleza y para salvar nuestra salud.
Si me fastidia que venga nadie a salvarme de nada –¡reclamo mi derecho a equivocarme!– más me jode que intenten tomarme el pelo. ¿Por qué no se puede meter en una planta un gen de una bacteria (Bacillus thurigiensis) pero se puede rociar toda la plantación con la misma bacteria vivita y coleando? –a esto le llaman insecticida de ¡formulación biológica!, ¡ahí queda eso!– ¿Por qué dicen cuidar de nuestra salud cuando atacan duramente el cultivo del arroz amarillo (arroz con el gen de la síntesis del precursor de la vitamina A que le da ese color) que salvaría de la ceguera total y otros problemas de salud serios a millones de niños de los países del extremo oriente? ¿Qué puñetas es lo que cuidan cuando atacan y destruyen huertos de flores transgénicas? ¿Por qué las plantas transgénicas son peligrosas si van destinadas a la alimentación pero no lo son si van destinadas a productos farmacéuticos? ¿Por qué Greenpeace-España o de los demás países europeos tiene como uno de los temas principales la prohibición de los transgénicos, mientras que en los países americanos ni los mencionan? (en la web de Greenpeace-Argentina, por ejemplo, si escribes en el buscador la palabra transgénico aparece exclusivamente alguna noticia sobre lo que ha hecho Greenpeace-España, pero ellos pasan del tema). El colmo se lo lleva Greenpeace-USA; en una de las varias portadas que usa dice : “Por una Europa libre de alimentos por Ingeniería Genética” (ver imagen), es decir: no a los transgénicos en Europa, pero no me toquen los nuestros. ¿Saben que las principales compañías de la industria genética son norteamericanas? ¿Necesitan más datos?


De lo que acabo de exponer, y de lo que los lectores pueden deducir de sus propios razonamientos, el factor común de todas estas “verdades” que nos hacen tragar día a día se centra en su origen y mantenimiento por un grupo dominante que obtiene buen provecho de estas imposiciones y que teme que un pueblo culto y razonador pueda dar al traste con su chollo. Eso obliga a repetir sus “verdades” machaconamente en cada circunstancia en la que haya alguien que escuche con objeto de potenciar el pensamiento único y dogmático, y así evitar que el escepticismo pueda adueñarse de las mentes y que la gente razone y se cuestione sobre si hay algo que, aún vagamente, demuestre la verosimilitud de lo que les cuentan. En fin, tienen que evitar a toda costa que seamos libres y pensemos por nuestra cuenta

Si creemos que somos personas inteligentes y nos consideramos libres pensemos por nuestra cuenta, razonemos sobre los datos que libremente adquiramos y creemos y creamos nuestras propias verdades. Seamos, en definitiva, escépticos.

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